.- Esperabamos confiados la presentación del viernes 15 en el auditorio chimkowe,previa confirmación de Marcos el día martes, las condiciones de iluminación y audio estaban listas para poder realizar un concierto especial.
A las 17:30 entramos al auditorio y su tamaño y espacio eran perfectos para un concierto intimo,sin embargo , nuestra confianza y alegría comenzaron a desmoronarse cuando vino la primera noticia preocupante, el sonidista se había enfermado por lo tanto otra persona asumiría ese rol.
A partir de ahí comenzó una cadena de infortunios, de los elementos técnicos de audio faltaban muchos y la lentitud y poca preparación de quien nos iba a hacer el sonido estaban terminando por amilanar todo nuestro optimismo.A las 17:30 entramos al auditorio y su tamaño y espacio eran perfectos para un concierto intimo,sin embargo , nuestra confianza y alegría comenzaron a desmoronarse cuando vino la primera noticia preocupante, el sonidista se había enfermado por lo tanto otra persona asumiría ese rol.
No había para conectar las guitarras, golpe duro, usamos 6 instrumentos electroacústicos, no había retornos,otro golpe nuestros arreglos se basan en tener buen retorno para escuchar bien.
Eduardo llegó a tratar de solucionar parte de los problemas y tras unas conexiones de emergencia ya algo podía sonar, pero sabíamos que era una labor difícil.
La suspensión del concierto rondó por mi cabeza, pero, ya estaban las cartas tiradas y había que salir a escena como fuera.
Nuestros miedos se hicieron realidad a la hora de tocar los primeros acordes, nada sonaba, unos micrófonos mas fuertes que otros un micrófono sin bateria, las guitarras no sonaban, escuchabamos algo de sonido adelante ,pero quienes hacían la percusión tocaban casi por instinto, el único retorno que puso adelante el "zumbidista" no se escuchó nunca .
No había caso,nuestros esfuerzos por liberar la tensión eran nulos y cada vez que empezaba una canción una mezcla de rabia e impotencia inundaba incluso al auditorio completo que ,sin duda se dió cuenta de el embrollo en que estabamos metidos.
Ya entrando la segunda parte, decidimos acortar y sacamos un tema, pero esto no daba para más , venían temas que requerían de un sonido a lo menos claro y exponíamos más aún nuestro trabajo, con Eduardo decidimos culminar con 2 temas. Nuestra gente, paciente y leal nos premió con un aplauso y un bis cariñoso y así con carta certificada cerramos el show y nos fuimos al camarín decepcionados y cabizbajos , muy distinto al final que nos habíamos imaginado.
El lunes 18 vamos a Viña del mar, esperamos que ahí todo suene, que vuelva la magia y así quede en el olvido y en un ingrato recuerdo lo vivido el viernes.
Juan Carlos
Los Aucas
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